Entre las prostitutas de la calle y las más prestigiosas Escorts Argentinas, hay similitudes, pero muchas más diferencias. En primer lugar, queda claro que no cumplen las mismas funciones. Y el mayor punto de contacto es el intercambio de dinero por sexo, obviamente.
A partir de allí, las diferencias se imponen abrumadoramente. De hecho, no hay demasiados estudios sociológicos, por ejemplo, sobre las escorts. Es un trabajo para chicas educadas, que suelen ser de clase media, y se dedican a eso para progresar financieramente o pagarse estudios costosos. Además, generalmente todos los intervinientes levantan un muro de discreción siempre difícil de penetrar. Nada de eso tiene demasiada “carnadura” dramática para elaborar obras de ficción (hay excepciones) y tampoco sesudos “papers” sociológicos.
No es lo que sucede con la prostitución más pedestre. Allí sí vemos historias de vida dramática, surgidas de estamentos sociales pobres de solemnidad. Ha sido objeto de estudio para las ciencias sociales desde toda la vida.
Observaciones que interpelan
Una de las obras que más profundamente ha tratado la prostitución en Argentina (y en la región) es el documental “Salir de puta”. En él, su directora, guionista y productora Sofía Rocha visibiliza la prostitución en la pantalla grande. Porque ese es el objetivo que buscó: darle voz a las que pocas veces son escuchadas.
Este relato coral recoge las voces de muchas mujeres de distintas características, y ha tenido un largo recorrido por festivales internacionales.
En él se ve la vigencia de un debate casi centenario en Argentina, y no solo allí: Abolicionismo Vs. reglamentarismo. Y un reclamo casi tan antiguo como ese debate: el reconocimiento del trabajo sexual como, precisamente, trabajo. Y la inherente necesidad de que las prostitutas tengan beneficios sociales y jubilación.
Incluye muchos testimonios sobre el papel de las redes de trata, la policía, los políticos, el Estado, y los proxenetas. “El Estado debe brindar las opciones laborales y educativas para que las personas tengan las herramientas necesarias. El movimiento de mujeres y feminismos debe repensar a la prostitución. Pero sin caer en miradas pseudo moralistas que persigue a las personas que la ejercen y no a quienes dominan el negocio”, afirma la directora.
Las prestigiosas Escorts Argentinas están en otra liga (literaria)
En Latinoamérica, desde la década del 60 del siglo pasado, la literatura hizo de la prostitución un sinónimo de desigualdades sociales. Y le agrega abusos del poder político y complicidad de las instituciones.
El catálogo de mujeres trabajadoras del sexo, (travestis incluidos) abarca grandes títulos, ya clásicos. Por ejemplo: “Pantaleón y las visitadoras” y “La casa verde”, de Mario Vargas Llosa; “La Cándida Eréndira” de Gabriel García Márquez; “El lugar sin límites”, de José Donoso; “Juntacadáveres”, de Juan Carlos Onetti; “El zorro de arriba y el zorro de abajo”, de José María Arguedas. Y muchas mas.
Todas son novelas deudoras de la argentina “Nacha Regules”, de Manuel Galvez; (1919, que también tuvo su versión teatral, y una película en 1950), sobre una prostituta que intenta dejar el “negocio”, y se enamora de un hombre de la alta sociedad. O de “Juana Lucero”, de Augusto D’Halmar. Y también de “Santa”, de Federico Gamboa. Estas últimas son obras no tan conocidas como las mencionadas anteriormente, pero profundamente inspiradoras.
Todas estas obras dan un gran panorama de la prostitución (VIP y no VIP) en Latinoamérica. Además, son un deleite literario.